Este año nos impulsa en la preparación de este VII Simposio la constatación de un hecho: nuestros niños y adolescentes precisan como nunca de comunidades educativas que sepan y puedan sostener su mundo emocional. Son numerosos los datos que certifican que, tras la pandemia, el número de niños y adolescentes con ansiedad e, incluso, los intentos de suicidio, van en aumento de manera preocupante.

Como sociedad, nos preguntamos qué hemos desatendido en el cuidado de nuestros niños y jóvenes; como escuela, queremos y debemos reflexionar y encontrar las respuesta pedagógicas y organizativas mejores para acompañar la necesaria integración emocional de los alumnos y alumnas.

Desde el Experto Universitario de Educación de la Interioridad, no nos quedamos al margen de esta realidad y sentimos como un deber, ofrecer un espacio de reflexión para los educadores en torno a esta cuestión. Precisamente, uno de los contenidos que desde su creación aborda nuestro modelo de EI es la Integración Emocional, entendiendo esta como la capacidad no sólo para identificar las emociones, sino el crecimiento progresivo en la capacidad de integrar el mundo emocional de tal forma que ayude tanto a los alumnos como a educadores, a sentir mejor, a expresar mejor lo que siente y, a crecer en empatía hacia las emociones de los demás.

Elena Andrés Suárez y José Andrés Sánchez Abarrio Directores del Experto Universitario en Educación de la Interioridad en Centros Educativos