Desde el Instituto, el Hermano Superior General, nos ha hecho llegar una Declaración en la que manifiesta el deseo de La Salle de un alto el fuego en Gaza.

Os ponemos a continuación el texto completo:

 

Unidos al llamamiento en favor del alto el fuego y el fin de la violencia en el actual conflicto en Israel y Palestina

En nombre del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y de su Familia Lasaliana mundial, el Hermano Armin A. Luistro, FSC y su Consejo General, nos unimos a los numerosos llamamientos que ya han hecho nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, los líderes religiosos, los grupos confesionales, las organizaciones humanitarias y todos aquellos que piden un alto el fuego inmediato en el actual conflicto en Gaza. Unimos nuestras voces a las de quienes piden el cese de la agresión en curso para así garantizar la ayuda humanitaria y la libertad de los rehenes.

Condenamos contundente y enérgicamente el terrorismo y todos los actos de violencia. Este conflicto más reciente comenzó con un terrorismo violento que condujo a represalias agresivas y a la pérdida de muchas vidas inocentes. En palabras del cardenal Tobin (Newark, EE.UU.), «La paz se ha roto una vez más en la tierra considerada sagrada por el judaísmo, el cristianismo y el islam. Los hijos de Dios están de nuevo en guerra unos contra otros, haciendo que su esperanza común de paz parezca inalcanzable» (3/11/23). Como cristianos, comprometámonos con medidas no violentas en búsqueda de la paz y la justicia, ¡afirmando que la violencia no justifica la violencia!

El compromiso de la misión educativa católica lasaliana con «la educación humana y cristiana de los jóvenes» nos hace especialmente conscientes de la pérdida de tantas vidas de niños. Esto nos aflige enormemente. La tragedia que continúa desarrollándose es el resultado de no reconocer que cada uno hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Es resultado de elegir el ciclo de la violencia. ¡Basta ya!

Nuestra presencia en Tierra Santa también nos hace especialmente conscientes del dolor infligido al numeroso pueblo palestino, tratado injustamente y convertido en arma. Elevamos el «grito de los pobres», y las muchas vidas inocentes perdidas por motivos étnicos y religiosos. Pedimos misericordia, ¡éste no es el camino!

Hoy encontramos esperanza en los muchos otros lugares donde nuestra misión está presente y que dan testimonio del camino de la paz, la armonía y la reconciliación.

Hoy oramos por la conversión de los corazones para que se hagan realidad los verdaderos esfuerzos de paz y justicia.

Hoy apoyamos a quienes están sufriendo y suplicamos que vuelva la luz del día.

Roma, 10 de noviembre de 2023